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El pirata español: Benito de Soto

El pirata más cruel y sangriento era español, de Pontevedra.

Fernando J. García Echegoyen analiza la figura del pirata Benito de Soto.

Benito de Soto era "un violador, ladrón, asesino y traficante de esclavos".

La imagen del pirata siempre se ha dulcificado y se ha mostrado algo que no tenía nada que ver con la realidad. Para colmo, uno de los piratas más temidos y terroríficos era español, natural de Pontevedra: “Un criminal sin escrúpulos”, dice Iker Jiménez. Esta es su historia de Benito de Soto, contada por Fernando J. García Echegoyen.

Benito de Soto “traficó con negros” durante años que utilizaba como esclavos y Echegoyen nos muestra los grilletes de su barco negrero, con los que encadenaba a sus víctimas. “Barbanegra, Morgan y todos esos piratas eran unos meros aficionados comparados con Benito de Soto. Era una verdadera hiena. Fue un animal”, asegura.

Un pirata era aquel que cometía actos de fuerza contra bandos de otras naciones para lucrarse. Robaban, secuestraban a personas relevantes y eran apátridas. “Benito de Soto era un asesino, un secuestrador, un ladrón y un violador”, un personaje muy oscuro. Desapareció con 17 años de España, en 1823, y es probable que se refugiara en Brasil. Allí pudo iniciar su tráfico con esclavos.

Negrero y corsario, a Benito del Soto “se le pudrió el alma” cometiendo atrocidades a bordo de un barco negrero en 1827. Tras esto, se dedica a la piratería con ‘La burla negra’ un barco pequeño y rápido. Hizo agresiones brutales a otros barcos. Lo primero que hacía era “descuartizar al capitán a machetazos”. A partir de ahí, la violencia fue desmesurada. Esta y otras andanzas de este temido pirata, así como la llegada de su fin, narrada por el gran Echegoyen.