El cuerpo de la pequeña es casi invisible para el Ángeles Albariño. Su padre, además, navegó a 20 kilómetros de las islas.
Es mucho más complicado que encontrar una aguja en un pajar. No imaginaríais nunca lo difícil que es buscar algo a mil metros de profundidad y lo inhóspito, el lugar tan inhóspito que es el fondo marino”. Quien habla es Fernando Echegoyen, marino, perito náutico, analista de naufragios y una de las máximas autoridades en siniestros marítimos que hay en nuestro país.
Su experiencia es un aval para analizar dónde pueden estar Anna, la menor de las niñas de Tenerife, y Tomás Gimeno, su padre, que decidió matar a sus dos hijas en su casa -según cree la juez- tras ser infiel a su mujer, Beatriz, cuando ésta estaba embarazada.